Ana Infante González de la Aleja


Responsable europea de epilepsia en UCB

¿Podría explicarnos brevemente qué es el síndrome de Dravet (SD) y el síndrome de Lennox-Gastaut (SLG)? ¿Cómo se diferencian de otras formas de epilepsia?

AI: Ambos síndromes son encefalopatías epilépticas y del desarrollo. Se trata de enfermedades del sistema nervioso central que van más allá de la epilepsia que las caracteriza, ya que se acompañan de alteraciones en el neurodesarrollo. Estos síndromes comienzan a manifestarse en edades muy tempranas y afectan a diversos aspectos del paciente, como el estado cognitivo, la función ejecutiva, el movimiento y el habla. A largo plazo, esto conduce a un retraso psicomotor y a un déficit intelectual de mayor o menor gravedad.

¿Podría hablarnos sobre su prevalencia y los desafíos asociados con su diagnóstico y tratamiento?

AI: La prevalencia de las enfermedades raras es muy baja. Según las últimas publicaciones sobre epidemiología, en España hay menos de 5 casos por cada 10.000 personas afectadas.

El proceso de diagnóstico varía en cada una de estas enfermedades, pero en ambas es común experimentar demoras en obtener un diagnóstico certero, lo que se conoce como «odisea diagnóstica» entre la comunidad de pacientes. Este término hace referencia al largo camino que las familias deben recorrer desde que los pacientes comienzan a experimentar crisis epilépticas a una edad muy temprana hasta que finalmente se llega a un diagnóstico específico. Las familias desempeñan un papel crucial en este proceso dentro del sistema sanitario.

En el caso del síndrome de Dravet (SD), cuya causa se ha establecido en gran medida debido a que más del 80 % de los pacientes presenta una mutación en el gen SCN1A, las pruebas genéticas desempeñan un papel importante en el proceso diagnóstico. Aunque el diagnóstico se basa principalmente en aspectos clínicos, el apoyo de las pruebas genéticas es fundamental. El principal desafío para nuestro sistema sanitario es ofrecer de manera ágil la realización de estas pruebas, mientras que los clínicos que tratan a estos pacientes deben lograr un diagnóstico inicial rápido que permita orientar las pruebas genéticas y acelerar el diagnóstico definitivo.

En cambio, en el caso del síndrome de Lennox-Gastaut (SLG), la situación es muy diferente, ya que se trata de una enfermedad con una amplia variedad de causas y no cuenta con un marcador genético específico para confirmar el diagnóstico. Además, es un síndrome con una presentación muy heterogénea que evoluciona y cambia con el tiempo. Los pacientes pueden recibir un diagnóstico inicial diferente al SLG sin que esto sea incorrecto, y a medida que pasa el tiempo, pueden cumplir con los criterios diagnósticos específicos establecidos por la Liga Internacional de la Epilepsia (ILAE) para esta patología.

Esto implica que el camino hacia un diagnóstico certero en el SLG es mucho más prolongado. Por lo tanto, el gran desafío es acelerar el proceso de obtener un diagnóstico definitivo, particularmente para esta enfermedad. Con el tiempo, el conocimiento y los criterios diagnósticos relacionados con esta patología van evolucionando, y el apoyo de organizaciones como la ILAE nos guía hacia una mayor certeza y la capacidad de brindar un mejor apoyo a las familias.

¿Qué retos plantea el tratamiento de estos pacientes?

AI: La lista de situaciones que enfrentan los pacientes y sus familias es interminable, ya que cada uno experimenta distintas circunstancias. En primer lugar, es importante destacar que estas enfermedades no tienen cura. En este sentido, el objetivo principal del tratamiento es reducir tanto la frecuencia como la duración de las crisis epilépticas.

Estas patologías afectan el desarrollo neurológico, lo cual tiene un gran impacto en los niños y sus familias, así como en el crecimiento de los propios niños. Es fundamental manejar y controlar adecuadamente las crisis, ya que esto no solo disminuye su cantidad, sino que también mejora la calidad de vida tanto del paciente como de su familia. Además, se previenen potencialmente accidentes o situaciones catastróficas, como la muerte súbita inexplicada por epilepsia (SUDEP).

Otro objetivo importante del tratamiento es mejorar las comorbilidades asociadas, es decir, los síntomas o enfermedades adicionales que no se limitan únicamente a la epilepsia. Esto incluye principalmente el deterioro cognitivo y del comportamiento, así como los trastornos del movimiento y del habla relacionados con el desarrollo neurológico. Hasta ahora, los medicamentos más comúnmente utilizados para controlar las crisis en pacientes con SD o SLG no han logrado un control adecuado de la enfermedad. En ambos casos, es común recurrir a la polimedicación, pero aun así no se obtiene el control deseado. Sin embargo, se está avanzando y mejorando en este aspecto.

Es importante encontrar un equilibrio entre la eficacia de los tratamientos y la seguridad, especialmente en lo que respecta a los efectos adversos. La mayoría de los medicamentos antiepilépticos, especialmente los más antiguos, causan efectos adversos frecuentes que afectan negativamente la cognición y el desarrollo neurológico en general.

La búsqueda de un equilibrio entre la eficacia de los tratamientos y la seguridad, particularmente en relación a los efectos adversos, es crucial

Sabemos que UCB está involucrada en la investigación y el desarrollo de tratamientos para el SD y el SLG. ¿Podría compartir con nosotros los avances más recientes en este campo y las terapias potenciales que están siendo exploradas?

AI: UCB lleva más de dos décadas involucrada en el tratamiento de estas patologías, incluyendo la epilepsia. Nos comprometemos a mantener este compromiso a largo plazo. En particular, nos estamos enfocando en el campo emergente de las encefalopatías epilépticas, como SD o el de SLG, y estamos proporcionando soporte en este ámbito.

Una de nuestras últimas novedades en el mercado es Fintepla, un medicamento que desde el 1 de junio de 2023 está disponible en España para el tratamiento concomitante de las crisis asociadas al SD y al SLG en pacientes a partir de 2 años. Fintepla contiene fenfluramina como principio activo y su mecanismo de acción es dual, actuando tanto en el sistema serotoninérgico como en los receptores sigma 1.

Hasta el momento, Fintepla ha demostrado un buen control de las crisis epilépticas tanto en los ensayos clínicos de fase 3 como en los estudios abiertos de extensión y los llevados a cabo en la vida real. Además, también se han obtenido resultados prometedores en relación con las comorbilidades asociadas a estas enfermedades, como las alteraciones cognitivas y de la función ejecutiva, las cuales tienen un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes y sus familias.

Sin embargo, más allá de Fintepla, en UCB hemos adquirido el compromiso de investigar en el campo de la neurología durante mucho tiempo, y ahora estamos enfocando nuestros esfuerzos especialmente en las enfermedades raras. Esperamos poder ofrecer en el futuro nuevas alternativas terapéuticas que ayuden a la sociedad y a las familias que tanto lo necesitan.

Además del tratamiento farmacológico, ¿existen otros enfoques terapéuticos o intervenciones que se están investigando para mejorar la calidad de vida de los pacientes con estos síndromes?

AI: Aunque los fármacos anticrisis son la base del tratamiento actual, existen otras alternativas terapéuticas no farmacológicas que pueden ser utilizadas en combinación con los medicamentos cuando sea necesario. Dos terapias ampliamente utilizadas en este contexto son la dieta cetogénica y la estimulación vagal.

Además, hay una terapia en desarrollo que promete ser un avance importante en el tratamiento de las encefalopatías epilépticas de origen genético: la terapia génica. Este enfoque va más allá de los fármacos convencionales, ya que tiene como objetivo modificar la causa subyacente de la enfermedad, como una mutación genética, con el fin de alterar su curso e incluso lograr una cura definitiva. Es un campo en el que numerosos científicos están trabajando y esperamos que algún día se convierta en una realidad para muchos pacientes.

Es esencial tener en cuenta la «ventana de oportunidad terapéutica», interviniendo tempranamente para retrasar el progreso de la enfermedad

¿Podría hablarnos sobre la importancia del cribado neonatal y de la detección precoz en estos síndromes, y cómo pueden contribuir a mejorar los resultados para los pacientes?

AI: La patología se manifiesta en edades muy tempranas, por lo que es crucial intervenir de manera temprana. Es fundamental evitar la difícil odisea diagnóstica que muchas familias y pacientes experimentan antes de obtener un diagnóstico preciso. Esto no solo permite acceder a tratamientos más eficaces y personalizados, sino también reducir la incertidumbre y el estrés asociados a lo desconocido. El tratamiento precoz y adecuado desempeña un papel crítico en la mejora del pronóstico de estas enfermedades, al prevenir o mitigar muchas de las comorbilidades que suelen acompañarlas. En este sentido, es importante considerar el concepto de la ventana de oportunidad terapéutica, es decir, intervenir lo antes posible para retrasar el desarrollo de la enfermedad. La historia natural de muchas encefalopatías epilépticas y del desarrollo indica que hay un período de tiempo crucial en cuanto al pronóstico se refiere. Existe una oportunidad para prevenir los impactos en diversos aspectos del neurodesarrollo entre la aparición de los primeros síntomas y su efecto. Un diagnóstico rápido y preciso nos permitirá iniciar un tratamiento más personalizado, lo cual es fundamental.

Por lo tanto, es necesario proporcionar un diagnóstico preciso y reducir el tiempo de diagnóstico para intervenir tempranamente con tratamientos farmacológicos y no farmacológicos. No se trata solo de tratar con éxito, sino también de reducir la incertidumbre y el estrés que genera en las familias no conocer el nombre de la patología ni cómo abordarla de manera eficaz.

La conciencia y la comprensión pública de estos trastornos son fundamentales para garantizar un diagnóstico temprano y un mejor manejo de la enfermedad. ¿Cuál cree que es el papel de la educación y la sensibilización en la comunidad en relación con el SD y el SLG?

AI: Desde diversos estamentos públicos, asociaciones científicas y organizaciones de pacientes se está llevando a cabo un esfuerzo notable para concienciar a toda la sociedad acerca de la importancia de prestar una atención especial a las enfermedades raras, como el SD y el SLG. Como muestra de reconocimiento y para fomentar la sensibilización, el pasado 23 de junio se iluminaron con el color morado emblemáticos edificios en numerosas ciudades alrededor del mundo.

Se evidencia un creciente compromiso en esta causa, respaldado por una asignación de recursos y una determinación cada vez mayores para concienciar a la sociedad en su conjunto. Sin embargo, aún es necesario redoblar los esfuerzos, especialmente en el caso de patologías como estas, que afectan a niños desde muy temprana edad y que limitan considerablemente tanto sus propias vidas como las de sus familias. Además, en muchas ocasiones estas enfermedades siguen siendo objeto de estigmatización e incomprensión.

Como responsable europea de epilepsia en UCB, ¿cuál es tu visión a largo plazo para el tratamiento y la atención de pacientes con alguno de estos síndromes? ¿Hay algún mensaje que te gustaría transmitir a los pacientes y sus familias?

AI: Todos trabajamos con una alta motivación para lograr un impacto lo antes posible, colaborando con la sociedad, las familias, los gobiernos y las compañías.

En primer lugar, considero que aún hay mucho trabajo por hacer en términos de mejorar el proceso diagnóstico y crear conciencia sobre la importancia de estas enfermedades. Un diagnóstico preciso brinda tranquilidad, mejora el pronóstico y permite aplicar una medicina personalizada. No valoramos lo suficiente el impacto que tiene para una familia saber el diagnóstico exacto de la enfermedad que afecta a su hijo, ya que mejorar dicho diagnóstico también mejora el pronóstico de la enfermedad. Es crucial que la medicina sea personalizada y precisa, teniendo en cuenta la patología específica y los síntomas individuales de cada paciente.

En segundo lugar, al considerar una perspectiva a largo plazo para el tratamiento de estas enfermedades, el objetivo debe ser modificar e incluso curar la enfermedad. Las terapias génicas irrumpieron en el campo de las enfermedades neurológicas hace algunos años y, sin duda, pueden ser una posible solución para ciertos tipos de epilepsia genética, como el SD. Desafortunadamente, no abarcan todas las formas de epilepsia, al menos no con los conocimientos que tenemos en la actualidad, debido a la naturaleza heterogénea de muchas de estas enfermedades. Sin embargo, las terapias génicas no son la única opción; los avances en la investigación de la epilepsia abarcan desde la inmunología hasta la terapia celular. Compañías como la nuestra están comprometidas en seguir trabajando arduamente para brindar las mejores soluciones de salud a todos los pacientes que padecen enfermedades tan devastadoras como el SD y el SLG.