
SANDRA CIFUENTES
Vicepresidenta sénior de EUCAN y Negocios Internacionales de Alexion, AstraZeneca Rare Disease
De su amplia trayectoria profesional en el sector farmacéutico, ¿qué momentos considera que han marcado más su carrera?
SC: Tras más de 25 años en la industria farmacéutica, tengo la suerte de poder decir que he vivido muchos hitos, pero hay algunos que han sido especialmente significativos. Uno de ellos fue, sin duda, la oportunidad de liderar la puesta en marcha de la filial de Astellas en Colombia. Aunque no era el primer start up que hacía, fue un proyecto apasionante porque implicaba construir desde cero la presencia de una compañía multinacional de origen japonés en un nuevo mercado, con todos los retos que supone crear un equipo, establecer procesos y abrir puertas en un ecosistema sanitario complejo trabajando de la mano de los diferentes actores del sistema de salud. Aquel reto me permitió crecer no solo como profesional, sino también como líder.
Más adelante, al asumir la responsabilidad regional para Latinoamérca, aprendí sobre la importancia de gestionar la diversidad cultural y de mercado, impulsando proyectos que debían responder a realidades muy distintas. Por ejemplo, abrir la afiliada de Astellas en México, en plena pandemia, supuso un reto apasionante. Allí tuve la oportunidad de liderar más de 100 profesionales de Astellas de diferentes partes del mundo y superar los desafíos que nos trajo la pandemia, así como de iniciar las operaciones de Astellas en el Cono sur, creando un modelo taylor made para estos mercados. Finalmente, mi etapa en Singapur, como vicepresidenta de Marketing, Acceso al Mercado y Customer Excellence, me dio la posibilidad de adquirir una visión global y estratégica de la industria y de conocer diferentes mercados con sus sistemas de salud.
Esa mirada internacional me permite hoy llegar a España con una visión más amplia de cómo evolucionan los sistemas sanitarios y cómo la innovación puede integrarse en ellos para generar un impacto real en la vida de los pacientes. Al mismo tiempo, esta experiencia me ha dado las herramientas necesarias para reforzar el posicionamiento estratégico de Astellas como un socio clave para el sistema de salud español.
¿Qué es lo que más le atrae de este nuevo reto como directora general de Astellas Pharma en España?
SC: Sin duda, la oportunidad de trabajar en un país que considero estratégico dentro de la región europea, con un sistema sanitario sólido y con gran capacidad de innovación. España cuenta con profesionales altamente cualificados, centros de investigación de referencia y asociaciones de pacientes muy activas, lo que crea un entorno muy fértil para generar un impacto real en torno al paciente. Me ilusiona, especialmente, poder contribuir a que las innovaciones que desarrolla Astellas lleguen de manera efectiva a los pacientes españoles, trabajando de la mano con todos los actores del sistema. Además, dirigir Astellas Pharma en España es también un privilegio, porque implica liderar un equipo talentoso y comprometido, con el que comparto la visión de situar siempre al paciente en el centro de nuestras decisiones.
Una de las áreas de investigación en las que Astellas centra sus esfuerzos son las enfermedades poco comunes. ¿En qué están trabajando actualmente?
SC: Las enfermedades poco comunes representan un área donde la necesidad médica es enorme y, por tanto, donde sentimos una gran responsabilidad. Actualmente estamos desarrollando terapias innovadoras para patologías como la miopatía miotubular ligada al cromosoma X, la enfermedad de Pompe o la distrofia miotónica tipo 1, entre otras.
Todas ellas tienen en común que se trata de enfermedades de origen genético, lo que hace que la investigación se centre en terapias génicas y celulares capaces de actuar sobre la causa subyacente, y no solo sobre los síntomas. Nuestro objetivo, en cualquier caso, es el de identificar tratamientos innovadores para condiciones en las que incluso pequeñas mejoras pueden suponer un cambio radical en la calidad de vida de los pacientes y sus familias.
Actualmente, tenemos en marcha varios programas de desarrollo que buscan precisamente ofrecer respuestas en estas áreas. Lo hacemos convencidos de que invertir en enfermedades poco comunes no solo es una obligación ética, sino también una oportunidad de demostrar que la innovación debe llegar donde más se necesita.
Sin duda, la investigación y la innovación son pilares clave en el ámbito de las enfermedades poco comunes.
En este sentido, ¿qué considera que es lo que les diferencia como farmacéutica?
SC: Considero que lo que nos diferencia como farmacéutica es nuestra forma de concebir la innovación. En Astellas no pensamos únicamente en términos de ciencia y desarrollo de moléculas, sino también en cómo aseguramos que esas innovaciones sean accesibles y lleguen a los pacientes adecuados en el momento adecuado. La innovación, para nosotros, no termina cuando desarrollamos una molécula, sino que comienza cuando esa molécula mejora la vida de alguien. Para lograrlo, ponemos al paciente en el centro de cada decisión, asegurando que cada avance aporte un impacto tangible.
La innovación no termina cuando desarrollamos una molécula, sino que comienza cuando esa molécula mejora la vida de alguien, poniendo al paciente en el centro de cada decisión
Este enfoque significa escuchar activamente desde el inicio: conocer la experiencia cotidiana del paciente, trabajar de la mano de diferentes actores, comprender sus necesidades reales y traducir esa información en soluciones concretas. Es decir, además de darle voz al paciente, nos aseguramos de que su perspectiva moldee el desarrollo de los tratamientos, desde la investigación hasta su aplicación en la vida real.
Otro aspecto que nos distingue es nuestra cultura de colaboración y apertura. Sabemos que los retos en salud son demasiado grandes como para enfrentarlos solos y, por eso, apostamos por las alianzas con centros académicos, hospitales, startups biotecnológicas y asociaciones de pacientes. Esta capacidad de trabajar en red, sumada a nuestra experiencia internacional, es lo que nos permite avanzar en el desarrollo de terapias innovadoras.
A medio-largo plazo, ¿cuál sería su visión y objetivos para Astellas?
SC: Me gustaría que Astellas, y con más motivo su filial española, sea reconocida no solo como una compañía farmacéutica innovadora, sino también como un socio estratégico y referente dentro del sistema sanitario. Queremos consolidar nuestra presencia en áreas donde realmente podemos marcar la diferencia, reforzar nuestro pipeline con terapias transformadoras y seguir aportando valor en cada interacción con profesionales sanitarios, pacientes e instituciones.A medio y largo plazo, mis objetivos pasan por tres grandes ejes: fortalecer el impacto de nuestra innovación en España, seguir construyendo una cultura organizacional diversa, inclusiva y motivadora para nuestro equipo, y avanzar en sostenibilidad, entendida tanto en términos medioambientales como de sostenibilidad social y del sistema sanitario.
¿Qué papel juegan las alianzas con hospitales, centros de investigación o asociaciones de pacientes en los avances de Astellas en enfermedades raras?
SC: Las alianzas son absolutamente esenciales. Ninguna compañía puede avanzar sola en un campo tan complejo como el de las enfermedades raras. Las colaboraciones con hospitales y centros de investigación nos permiten llevar a cabo ensayos clínicos de calidad, validar nuevas aproximaciones terapéuticas y acelerar el acceso a la innovación. Pero igual de importantes son las alianzas con las asociaciones de pacientes, que nos ayudan a comprender las necesidades no cubiertas, a diseñar soluciones más ajustadas a la realidad y a acompañar mejor el recorrido de los pacientes.
En mi opinión, el éxito de una compañía farmacéutica hoy en día depende de su capacidad para colaborar y escuchar. Y en Astellas creemos firmemente que trabajar de la mano de todos los actores del ecosistema, con especial atención a los pacientes, es la mejor manera de hacer que cambien vidas.
Como mujer al frente de una compañía farmacéutica, ¿qué retos y oportunidades ha experimentado en su camino hacia posiciones de liderazgo?
SC: En realidad, me he enfocado sobre todo en la oportunidad y en el privilegio que significa liderar y crear un impacto en la sociedad, las empresas y, aún más importante si cabe, en los equipos y personas que lideramos más que en los obstáculos. Desde mi punto de vista, da igual ser hombre o mujer, lo que ha de tener un líder es capacidad de transformar y, en este sentido, en los últimos años estamos viendo un cambio importante, también en el sector salud. Trabajar en posiciones de liderazgo me ha llevado a derribar ideas preconcebidas y superar barreras que todavía existen en el entorno profesional. Sin embargo, siempre he preferido ver esos retos como oportunidades para demostrar que la diversidad aporta valor y que los equipos más inclusivos son también los más fuertes y creativos y, por lo tanto, están en mejor posición para crear valor para las empresas y la sociedad.
En mi recorrido he aprendido que el liderazgo, además de con resultados, se ejerce también con empatía, capacidad de escucha y compromiso con el desarrollo del talento. Por eso, participé en la creación de Mpodera, una organización que promueve el liderazgo de las mujeres en el sector de la salud y formé parte del programa para mujeres en juntas directivas del CESA, Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA) en Colombia porque estoy convencida de que necesitamos más referentes que inspiren a las nuevas generaciones de mujeres. Para mí, llegar a este puesto no es un logro en sí mismo, es una responsabilidad para abrir camino y demostrar que es posible combinar excelencia profesional con un liderazgo diverso, humano y transformador.






















