Perna R, Cruz-Martínez G, Moreno Fuentes FJ. Movilidad de pacientes y descentralización sanitaria: respuestas y retos en el Sistema Nacional de Salud español. Gest anál políticas públicas. 2022;27–44. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.healthpol.2022.09.009
José Martínez Olmos. Profesor Escuela Andaluza de Salud Pública
Resumen
La movilidad de los pacientes en un sistema sanitario altamente descentralizado como es el Sistema Nacional de Salud español (SNS), es un asunto de enorme trascendencia porque es fundamental una buena organización de los procesos que permitan la movilidad de los pacientes, asegurando calidad y equidad en el acceso a los recursos sanitarios. Para ello, se debe disponer de instrumentos de coordinación vertical y horizontal que hagan factible la movilidad cumpliendo dichos criterios de calidad y equidad.
Especialmente importante es para aquellos procesos en los que, por razón de baja prevalencia de casos o alta especialización en cuanto a los recursos y equipamientos necesarios, resulta imprescindible disponer de centros o unidades de alto nivel de especialización para asegurar la excelencia en la calidad asistencial.
Es por eso por lo que el SNS comenzó a desarrollar un proceso reglado para la constitución de una red de Centros Servicios y Unidades de Referencia (CSUR) con carácter de oferta de servicios a todo el SNS aun cuando su ubicación radicara en una o pocas comunidades autónomas. El objetivo es asegurar que cualquier paciente con necesidades definidas en procesos específicos pueda tener acceso asegurado, incluso si la unidad especializada no se encuentra en su comunidad autónoma.
Fue con el Real Decreto 1302/2006, de 10 de noviembre, por el que se establecen las bases del procedimiento para la designación y acreditación de los centros, servicios y unidades de referencia del SNS, cuando se puso en marcha el sistema de CSUR en el SNS con el objetivo de dar respuesta a los retos planteados por determinadas patologías y necesidades de tratamientos farmacológicos especializados que resultarían extremadamente complejos, onerosos y hasta contraproducentes en términos de calidad si se tratara de abordar en el seno de cada uno de los Servicios Regionales de Salud.
El apoyo financiero para hacer posible el funcionamiento adecuado de la red de CSUR en España se articuló a través del Fondo de Cohesión Sanitaria (FCS).
La gobernanza de nuestro SNS para conseguir la adecuada movilidad de los pacientes es, sin duda, un asunto relevante en el desarrollo de las políticas públicas
Posteriormente, a partir del Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del SNS y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones, la función de compensación financiera entre comunidades autónomas por la movilidad de pacientes fue complementada con el Fondo de Garantía Asistencial (FOGA). A este fondo se le asignó la misión de compensar a las comunidades por los servicios prestados a pacientes que precisen asistencia médica durante su estancia temporal en otra comunidad autónoma y que no estuvieran cubiertos por el FCS.
La gobernanza de nuestro SNS para conseguir la adecuada movilidad de los pacientes es, sin duda, un asunto relevante en el desarrollo de las políticas públicas.
COMENTARIO
El artículo de Perna et al, pretende analizar esta gobernanza y los instrumentos de coordinación vertical y horizontal en materia sanitaria en relación con la movilidad de pacientes en el conjunto del SNS español, así como las inconsistencias que se manifiestan durante la implementación de dichos instrumentos.
Los autores realizan un análisis muy interesante del proceso seguido por el SNS español desde sus primeros pasos con la aprobación de la normativa vigente y la articulación de procedimientos de financiación como el FCS y el FOGA, aportando elementos de análisis que permiten valorar muy bien el alcance y las limitaciones del modelo español.
La metodología utilizada, con la consulta de fuentes primarias (textos legislativos nacionales y regionales; textos de los acuerdos, convenios o protocolos en materia de cooperación sanitaria) disponibles públicamente y con una interesante aportación de datos y cifras oficiales, se completa con “literatura gris” de enorme pertinencia y utilidad.
Además, destaca la aportación de evidencia empírica cualitativa generada a través de la realización de once entrevistas semiestructuradas en profundidad a informantes clave (ocho responsables y exresponsables del SNS, dos responsables de asociaciones de pacientes y un técnico responsable del área sanitaria del Defensor del Pueblo).
Todo ello permite asegurar que las aportaciones que realizan los autores tienen utilidad práctica para la necesaria reforma del sistema de gobernanza para afrontar las insuficiencias actuales, lo cual, tiene gran utilidad potencial para todos los pacientes, en especial, los afectados por enfermedades raras.