
Dra. María Josep Cabañas Poy
Jefa de Sección del Área Materno-Infantil del Servicio de Farmacia, Hospital Universitario Vall d’Hebron
1. ¿Puede describir las tareas clave del Área Materno-Infantil del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Vall d’Hebron?
MJC: El Hospital Vall D’Hebron es el hospital más grande de Cataluña. El Servicio de Farmacia está separado físicamente en tres edificios. Nosotros damos soporte a la asistencia del paciente pediátrico y de las mujeres del área de obstetricia y ginecología. En cuanto a trabajo asistencial, es un área muy potenciada y necesaria por el tipo de pacientes que atendemos. El paciente pediátrico no cuenta con especialidades farmacéuticas adecuadas para su edad y peso, por lo que el área de preparación de fórmulas magistrales estériles es una de las más desarrolladas. También en la dispensación ambulatoria de medicación, los pacientes necesitan una atención un poco diferente a la de la población adulta.
2. ¿Qué actividades o servicios ofrecen a pacientes con EERR?
MJC: El Hospital Vall D’Hebron es un hospital de referencia en Cataluña y por tanto aglutina una serie de pacientes que no se pueden tratar en otros hospitales. Para algunas patologías, de las cuales somos referencia, dispensamos medicamentos huérfanos o ultra huérfanos, tanto en atención ambulatoria, es decir, pacientes que están en sus domicilios y que los vienen a recoger al hospital, como en hospitales de día y, en algún caso, para pacientes que están ingresados.
3. ¿Cómo ha afectado el COVID-19 a sus tareas?
MJC: El COVID-19 nos ha afectado a todos en una dimensión inimaginable. En el área materno-infantil ha supuesto una revolución cumplir con la normativa de confinamiento marcada por las autoridades sanitarias, y evitar que vinieran los pacientes y las familias al hospital, tanto a administrarse medicación como a recogerla. Ha habido momentos muy críticos, en los que hemos tenido que demostrar una gran agilidad para adaptarnos a una situación muy desfavorable. Hemos invertido muchos esfuerzos en el envío de medicación a domicilio de muchos pacientes. Era un área para la que teníamos mejoras en mente para el futuro, pero el COVID-19 nos ha dado un empujón para que, de la noche a la mañana, nos lanzáramos a ponerlas en marcha.
4. ¿Cree que las innovaciones en los modelos de gestión han venido para quedarse?
MJC: Creo que alguno de los cambios que nos ha aportado el COVID-19 se va a quedar. Nos hemos tenido que adaptar a la telefarmacia, comunicándonos con los pacientes a través de llamadas y videoconferencias, hemos tenido que enviar medicación de manera ágil, preservando la trazabilidad, las condiciones de conservación y la confidencialidad de datos en un tiempo récord. Esto ha sido un gran ejercicio de agilidad y de adaptación a la nueva situación. Ese esfuerzo tan grande, centrado en conseguir unos objetivos concretos, no se puede mantener en el tiempo con la misma intensidad, pero sí que ha venido para quedarse.
5. ¿Ha afectado el COVID-19 al acceso a la medicación de EERR?
MJC: No. Desde luego solo puedo hablar por nosotros, que hemos hecho un esfuerzo enorme para que todos los pacientes tuvieran su tratamiento adecuado y que no tuvieran que sufrir por conseguirlo. En hospital de día, por ejemplo, para que los pacientes con medicación de administración intravenosa no tuvieran que venir al hospital, hemos tenido que darles formación para poder cambiar esa medicación a la vía subcutánea, cuando se daba el caso de la existencia de dos especialidades diferentes de igual eficacia, dosis, efecto terapéutico y efectos secundarios. Es decir, tuvimos que buscar equivalentes para facilitarles la autoadministración en todos los casos que hemos podido. En algún caso, cuando la medicación necesariamente se tenía que administrar por vía intravenosa, hemos incrementado, si era posible, un porcentaje de la dosis para ampliar el intervalo de administración y que el paciente no tuviera que acudir al hospital con tanta frecuencia.
6. ¿Podía nombrar alguna lección aprendida tras el COVID-19 que tenga que ver con la dispensación a pacientes con EERR?
MJC: Primero de todo, la buena comunicación, tanto dentro del servicio de farmacia, entre todos los profesionales, como a nivel externo, ha sido fundamental para conseguir el éxito. También el COVID-19 nos ha dado una lección de humanidad. Ha hecho que tengamos más en cuenta a los profesionales, porque los tenemos que proteger, y que entendamos la importancia de la conciliación familiar. A nivel externo, nos hemos puesto en la piel del paciente. Hemos hecho todos los esfuerzos para que, aunque la atención no haya sido presencial, se haya mantenido el vínculo entre el paciente y el farmacéutico y que haya sido una atención humana, ofrecida de otra manera, pero humana y cercana.